Invocación
Una noche más que no es más que otra.
Vine a buscarte.
Horas y horas de vigilia quedaron atrás,
libros para aprender a escribir cartas de amor y odio en Belgrano
y setecientos cincuenta y un exactos boletos de colectivos, trenes y aviones
(tickets to ride far away).
Un parcial más, una cancelación y una corrida.
El próximo jueves tocamos otra vez en El Colonial.
Estoy automatizado y el café es mi único combustible.
Mi analista me llama por teléfono, desorientado.
Mi vida está bien, aunque le falta algo de... algo de vida.
Y en medio de toda esa vorágine, yo te extraño.
A veces, en serio, lo hago.
Los colectivos siguen sumando los números de una A.
Quisiera encontrarte alguna noche y dejarte saber que
no te odio
no te odio
ni sabré hacerlo nunca.
Esto no fue más que una invocación,
una comunión,
el tímido calor de un sol de mentira.
Un lazo nuevo y viejo a la vez.
Espero sepas tomarlo.
Comentarios
Me alegra que te guste. Lo que decís de la ternura agazapada me alegra el día, gracias.
En serio.
yo estudiaba baile flamenco. era una época en la que estudiaba teatro, danza árabe, baile flamenco y tenía pequeñas voces que flotaban a mí alrededor... cuando se desvanecieron, se me rompió el corazón. y dejé de bailar. y de actuar.
(aunque no del todo. sigo bailando en la oscuridad de mi cuarto, cuando brilla la luz de luna. sigo cantando cuando nadie me oye. sigo recitando líneas de Bodas de sangre para la brisa nocturna veraniega...)
Aunque la verdad creo que lo sabe, y que por eso, cada tanto, se da el lujo de volver a romperme el corazón.