Página 17. Pensé que eras todo a mi alrededor, pero me equivocaba: sólo estás entre mis cosas y dentro de mí. Lo demás es frío y lluvia hoy
Otra vez estoy escribiéndote desde el hospital, pero hoy lo hago en el anotador que me regalaste, ése en el que enhebraras bellamente unas cuantas frases inconexas la noche de Fumero en Notorious y el violín de Marty, el mismo en el que hicieras un dibujo rosado de trazos infantiles, nubes enojadas y un conejo, aquel que aún guarda en la contratapa de cartón el teléfono de Jarvis con su nombre real escrito con tu letra de mujer.
Ese block uso hoy, ese que tanto quiero por hablarme de vos. Lo apoyo sobre el Pisco Yacu, el libro de mi pequeña ... en su camita de hospital. Sí, mi ..., se me antoja mía aunque faltaran muchos años aún para nuestro encuentro. Pero nos conocíamos. Estoy seguro de haberte soñado y atesoro el recuerdo borroso de un beso infantil recibido de tu boca al despertar alguna mañana.
[…]
Sé cómo sos. Sos así. Sos mía.
Como Pisco, supiste atraparme en las volutas turbias que escaparon de tu flauta aquella tarde en que te descubrí por primera y quizás única vez. Sin darte cuenta lo hiciste y ahora soy tu esclavo y tu amo y yo mismo. Lo aprendí mirándote.
Comentarios
(hoy, yo tengo pocas...)
A ella le escribía así. Era un amor tormentoso. Fue bueno y malo mientras duró.
De todas maneras...
Tu escrito no me pareció muy cursi,sí muy bonito y hasta me emocionó un poquito y todo.