Páginas encontradas: prólogo o advertencia

Hace algunos domingos estuve en la casa de mis padres, la casa de Ituzaingó donde pasé casi toda mi vida, comiendo un asado en el jardín y -esto es un secreto- añorando el sol del oeste. Tras el café, cuando todos fueron a dormir la siesta, yo me puse a lavar los platos y recordé (estas cosas me pasan cada vez que lavo platos) unas partituras para piano que, creía, descansaban en cierta caja de cosas de mi pasado. Busqué entonces la caja y me traje, además de las partituras, un puñado de canciones que había olvidado con sus acordes y una maravillosa libretita que supo viajar en mis bolsillos entre 2000 y, tal vez, 2002. En sus hojas anoté, con una letra horrible, toda clase de cosas.

Ya he manifestado en este lugar y ante todos ustedes que no quería publicar escritos viejos, pero me traicionaré transcribiendo lo que más me guste de ese block Arte A6 de 60 hojas rayadas. Están advertidos.

Comentarios

Anónimo dijo…
ok. estás perdonado. pero que no vuelva a pasar...


(bah, a lo mejor, sí...)
Subjuntivo dijo…
Mirá si serás sinvergüenza: después del décimo escrito de antaño, te venís a disculpar por un futuro ya pasado.
Por el amor de Dios...


S.

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