Un recuerdo falso

Siento que la Vía Láctea corre dentro de mí. Las venas entran en tensión y puedo percibir cómo se hinchan con el paso de las estrellas, cometas y agujeros negros. Constelaciones enteras entre mis pobres huesos.

Una noche separo los párpados. Abro los ojos e ilumino la habitación con luz de luna. Andrea se despierta y me dice que me brillan los ojos y yo sé que, por una vez, es rigurosamente cierto.

Cuando despierto, a la mañana siguiente, lo recuerdo como un sueño.

Comentarios

Anónimo dijo…
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9:45 p.m.
Subjuntivo dijo…
Es una pena que no seas naturalmente afortunado, porque de ser así hubieras tendio la experiencia completa, sintiendo el cometa Halley pasar por tu aurícula derecha.

S.
1:56 p.m.
Anónimo dijo…
Es una pena no ser naturalmente afortunado, sí. (Más allá de los del Halley y todo eso que, igual, me impresiona un poco.)
12:40 p.m.
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