La respuesta
Esa pregunta de Subjuntivo motivó mi respuesta, esta respuesta, que viene a desbarrancar todo lo que había construído en mi habitación autoindulgente, esas cuatro paredes de madera de pino y un techito al borde de un precipicio.
Primero fue el año nuevo y el temor lógico, el constante desechar cosas por no considerarlas lo suficientemente buenas como para reinaugurar este Jardín. Ese miedo se convirtió luego en terror para, finalmente, dejar paso a la negación. Entonces no pude escribir. Ni un maldito mail. Leí mucho, eso sí (a un promedio espeluznante de dos o tres libros por semana) y jugué alguna noche en la mesa del comedor con mi vieja Remington y el placer redescubierto de tipear con un solo dedo y con mucha fuerza, aporreando las teclas, los dedos negros y esa música inaudita, curiosa mezcla de ametralladora con Gene Kelly bailando tap.
Nunca pude volver a plantar ningún instante en este vergel, en el que Andrea se perdía en pos de desmalezar un poco. Sólo escuchaba sus reclamos entre las cortaderas que, de a poco, iban invadiendo el porche. Aunque traté de consolarla, nada pude hacer: yo también me había perdido y las hojas, largas como cuchillos, me tajeaban las piernas y los brazos. Y la noche. Lo peor era la noche.
Ahora estoy de pie en un campo verde e inundado por el olor del pasto cortado. La tierra húmeda desprende vapor y el sol está empezando a asomarse. Todos mis amigos están por llegar.
Comentarios
bienaventurado!
bienvenido nuevamente!
a por más! a por más!
siempre llegando temprano,
G.
(que, además, bien sabe, tooodooos sabemos, que no tiene nada que envidiarle a nadies...)
(amnbos momentos, sean el antes y el después, son conocidos, y, como es lógico, es mucho mejor el olor a pasto cortado)
S.
PD: Es más, G, sabemos que no la tiene.
Gerund/Ironía
Ava
Zombienauta
Imperfecto
El usuario anónimo
A todos ustedes, gracias por hacer de este un mundo mejor. Gracias por la magia. Gracias por el fuego (todos los fuegos, el fuego).
Ya se extrañaba al único blog con vista al parque...