Mariposas en el estómago

Siento mariposas en el estómago. Cientos de insectos. Aleteando, estirando y contrayendo la espiritrompa, dejando mis jugos gástricos cubiertos por una delgada película de polvo plateado y cadáveres apelotonados, negros y de alas babosas.
Algunas, las más afortunadas, suben por mi faringe.
Yo canto y se me escapa una. Anaranjada. Vuela hacia la ventana y Matías la atrapa en el aire con zarpazo certero.
Ya siento subir otras. Cientas.

Comentarios

ava dijo…
Sencillamente genial
Bravo!
Anónimo dijo…
Es cierto, me gustó. No sé si es genial, pero puedo aceptarte el "sencillamente". Infinitas gracias.

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