Por favor, perdónenme
La redacción, la redacción, la redacción me mueve a la redacción, la redacción, la redacción; yo-ho-ho y una botella de ron, como me enseñó Stevenson.
No engañaré a nadie si confieso que esto iba a ser otra cosa (al margen: 9 de cada 10 frases mías empiezan así –o con fórmulas parecidas– actualmente), pero el no tener plan de escritura ni páginas que corregir me fuerza a hacer estas pavadas, a abrir el bloc de notas y corretear por ahí como un cachorro salvaje. Como en El llamado de la selva, para no dejar de citar a mi amigo Jack, Jack London (intertextualidad con Virus: "Yo soy Jack, soy Jack London / vengo del planeta Mongo), que se pone celoso de Stevenson, allá solo, en el primer párrafo (¿a eso llamás párrafo? Me Río de Janeiro, pibe).
Quise escribir algo con contenido, desarrollar una idea en un texto, movilizar a alguien con algo, pero no pude hacer nada de eso. Soy el fracaso de mi generación, un modelo 1980 con fecha de caducidad incierta pero, no por eso, menos inexorable. Como Osvaldo Lamborghini (tercer párrafo, tercer escritor), aunque menos homosexual y perverso. ¡Si soy un pan de Dios!
Por favor, perdónenme.
Nota del redactor: la intertextualidad no para, es como un caniche toy desbocado: uno nunca sabe dónde terminará su carrera destructiva entre la ropa tendida en el tender ni qué de todo eso acabará en la calle, dos o tres pisos más abajo. A lo que iba: hay una alusión involuntaria a "My Friend Jack", hitazo de The Smoke allá por el '67. Lo que es la mente, me cachendié.
No engañaré a nadie si confieso que esto iba a ser otra cosa (al margen: 9 de cada 10 frases mías empiezan así –o con fórmulas parecidas– actualmente), pero el no tener plan de escritura ni páginas que corregir me fuerza a hacer estas pavadas, a abrir el bloc de notas y corretear por ahí como un cachorro salvaje. Como en El llamado de la selva, para no dejar de citar a mi amigo Jack, Jack London (intertextualidad con Virus: "Yo soy Jack, soy Jack London / vengo del planeta Mongo), que se pone celoso de Stevenson, allá solo, en el primer párrafo (¿a eso llamás párrafo? Me Río de Janeiro, pibe).
Quise escribir algo con contenido, desarrollar una idea en un texto, movilizar a alguien con algo, pero no pude hacer nada de eso. Soy el fracaso de mi generación, un modelo 1980 con fecha de caducidad incierta pero, no por eso, menos inexorable. Como Osvaldo Lamborghini (tercer párrafo, tercer escritor), aunque menos homosexual y perverso. ¡Si soy un pan de Dios!
Por favor, perdónenme.
Nota del redactor: la intertextualidad no para, es como un caniche toy desbocado: uno nunca sabe dónde terminará su carrera destructiva entre la ropa tendida en el tender ni qué de todo eso acabará en la calle, dos o tres pisos más abajo. A lo que iba: hay una alusión involuntaria a "My Friend Jack", hitazo de The Smoke allá por el '67. Lo que es la mente, me cachendié.
Comentarios
porque no te imagino pidiendo perdón por escribir. Por lanzar tu machine
:)
es decir, por ser tú.
La mención a OL me recordó "El niño proletario", y el pavor asomó por estos ojos nocturnos que ahora miran el teclado... que quisieran atravesar el otro lado...en fin, stop con el comentario.
Escucharé a The Smoke.
Salute.
La palabra intertextualidad ya me cansa (ya pasó con "sinergia" y "entropía", o el "transgresor" de los noventas). Espero que la diga mucho Majul, pronto, así seguimos con otra palabreja.
Propongo "hereticidad".
O sea, tipo que náh...