Estos dedos
Mis preocupaciones nunca les importaron, y es natural: estos dedos, por más míos que sean, deben excitarse más por la ausencia del alicate, por el frío del vidrio, por el recuerdo de una piel o por el lavado de platos que por cualquier pavada pretendidamente literaria que pueda ocurrírseme un metro más arriba, en la lejana cabeza.
Si entreno a mis dedos lo suficiente, tal vez puedan correr ellos solos sobre el teclado y contar las historias que jamás logré trasladarles.
Si entreno a mis dedos lo suficiente, tal vez puedan correr ellos solos sobre el teclado y contar las historias que jamás logré trasladarles.
Comentarios
los dedos son malos malos---