Cosas que pasan en mi barrio
Los supermercados son lugares insólitos. Su vulgaridad colorida, grandilocuente y gritona suele ponerme nervioso, pero reconozco que cualquier cosa puede suceder en esos recintos pop. Anoche, sin ir más lejos, viví la siguiente escena en el Plaza Vea en que me perdí buscando un destapacañerías: un nene y una nena, con aspecto de hermanos, destapaban y olían los desodorantes. -¡Qué rico este! -dijo la nena acercando un envase a la nariz de su hermano. -Es cualquiera -afirmó él-, el que tenemos que comprar tiene olor a papas fritas. Sonreí. Cada vez me gusta más mi barrio nuevo. Si llega a existir ahí el desodorante de papas fritas, no me mudo más.