Diecisiete horas
"El regreso de la aurora es un hecho", piensa Jaime al mirar el cielo rosado de Madrid. Tras una larga noche con ínfulas de eternidad, este sencillo instante brilla de otra manera y él se pierde en tribulaciones improductivas, con la seguridad de quien conoce al sol que habrá de salir en unos minutos. Le ha visto la cara y sabe que sonríe. Entretanto, la madrugada le da un último beso y se despide, con las mejillas frías de tanto esperar. Dentro de algunas horas, apenas diecisiete, la vigilia habrá terminado y ya no tendrá en el bolsillo del gabán el ticket que ahora acaricia nerviosamente. Dentro de diecisiete horas estará en el concierto de los Gipsy Kings.