El secadero
El texto estaba escrito en verde en una de las primeras hojas de mi agenda. Tal vez un 5 o 6 de enero. La letra era la mía, aunque no. Pero sí.
Decía así:
"Abrazándonos, abrasándonos: nada es lo que parecía. Nos hemos fundido finalmente, lo logramos, y no siento el calor. O no sé: tal vez no me importe y, aún así, mi cuerpo lo perciba sin avisarme. Si de eso se tratara, qué más da: te tengo enfrente, adentro, arriba, en mí. No hago distinciones: sos la asesina que me da vida y me la roba luego, sólo para darme algo mejor.
"Puedo ser una hoja quemándose en el secadero, pero mi aroma persistirá. Mi esencia. Sos vos. Somos."
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Love,
Amaranta