III

 El río subió anoche, estuvimos refugiados en el deck de la casa, viendo el jardín inundado de agua amarronada y los árboles emergiendo del río con brazos extendidos, como ahogados pidiendo rescate. Pero, así como vino la crecida, también se fue. Aparecieron los juncos, los agapantus mostraron sus florcitas mojadas, se hicieron ver los nacimientos de los troncos de los árboles, tapizados de musgo. Un árbol es en potencia una biblioteca, continente y contenido: madera para los estantes, hojas para las páginas. A veces mirar árboles fijamente, un día de lluvia, puede ser tan evocativo como leer.

Mercedes Halfon, «Los libros más interesantes del mundo», en AA. VV., Bibliotecas (2023).

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