Límite

Piensa en los sufrimientos podados bajo falibles velos
En los pequeños aficionados a ríos tortuosos
A donde paseo para suicidas
Iremos sin placer
Iremos a remar
En la garganta de las aguas.

Tendremos un barco.

Paul Éluard, «Limite», en Capitale de la doleur, París, Gallimard, 1926.

Comentarios

Anónimo dijo…
"¿Se puede? Uno quisiera entrar, quedarse
en el silencio de antes, para siempre.
Y sangrar sin adornos."
Raúl Gustavo Aguirre
Anónimo dijo…
sólo habrá una balsa a la deriva,
con uno solo sobre ella.
y ni siquiera.

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