Como que los blogs ya pasaron, ¿no?

Están todos abandonados, y ningún sentido tiene pretender otra cosa. Sólo unos pocos bloggers, estoicos, resisten, mientras los demás andamos por ahí, mezclados entre la gente (o no), dedicándonos a lo cotidiano y llevando a cabo tareas (quizás) menos públicas.
Pero está claro que todo lo que afirmo en el primer párrafo puede ser desmentido en el segundo, ya que me niego a extenderle el certificado de defunción al Jardín de instantes (sin duda, el blog de mi autoría que más quiero; aquel al que me refiero, en desmedro de Fotos de Lily o Música de ascensores, cuando hablo de «mi blog»). Emprendo así, entonces, tras casi un año de ostracismo, la tarea de publicar una nueva entrada, nada menos que la primera de este 2010.
Obviamente, no hay tema; sólo puedo escribir sobre mis dudas y sobre nada, como siempre. La poesía llegará después, si llega. No pienso esperarla. Por un lado, porque terminamos mal la última vez; por el otro, porque tiene una copia de la llave. Que haga lo que quiera.
Si se apura, tal vez me encuentre berreando aún, escupiendo por la ventana y con una media puesta. 

Comentarios

Fodor Lobson dijo…
eso andaba pensando... el momento estelar de los blogs ya fue, fueron fagocitado por las redes sociales, pero ¿Cómo va uno a abandonas a un hijo al que tanto quiere?
gerund dijo…
sí, no sé, más o menos... pero... cuándo fue que cambió el template del blog???
Cassandra Cross dijo…
Ahhh, pero de mi reader no lo muevo ni a garrote. Sépalo.

Blogger rules, aunque los Blogs perezcan :-)
Juan Solo dijo…
Fodor: usted lo ha dicho. De todos modos, debo admitir que, tras esa primera impresión, retomé contacto con mi blog —ergo, con los de los demás— y descubrí que la resistencia es mayor que lo que creía y que, afortunadamente, son muchos los blogueros que siguen de pie.

Gerund: eso, más o menos. Estuve toqueteando el diseño el otro día, ¿no le gusta?

Cassandra: intentaré honrar su confianza.

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