Una novela abandonada. Día 2
Fioro, Sergio y vos se habían conocido y encontrado de casualidad, en una de esas casualidades que podían darse si habías sido adolescente durante los noventa y el 2000 te encontraba con veinte años. Vos habías estado tocando con Andrés, pero no lograban construir nada. Astral, la banda pop —o de rock alternativo, como se llamaba eso en aquellos años— que una vez habían armado, se había desintegrado naturalmente (bueno, no tanto: Andrés había echado a Guido y nunca había simpatizado con Eva, pero en ese momento parecía natural que la banda volviera a fojas cero tras haber grabado un hermoso demo y haber sorteado dos presentaciones públicas más o menos… Sin la cantante y sin el bajista no se podía). Y, aunque ustedes dos se creían mucho, ambos cantaban, Andrés era capaz de tocar muy bien el bajo y competentemente la guitarra y el teclado, y vos tocabas la batería con mucha fe y componías con ilusión, no iban a ningún lado. Se habían juntado un par de veces a tocar en tu casa y se ...