Lo que Zozaya no sabía
Zozaya sabía muchas cosas. Sabía, por ejemplo, que era sábado. Sabía que había sol y que, según el pronóstico, la mínima era de 12 grados y la máxima, de 28, por lo que podía inferir (aunque podría decirse, directamente, que "lo sabía") que la temperatura del día sería agradable. Zozaya sabía de cuánto dinero disponía, y sabía también que la billetera estaba en el bolsillo trasero derecho de su pantalón (por supuesto, sabía en qué iba a gastarlo). Zozaya conocía bien el trayecto que el 39 recorría. Zozaya sabía cuánto duraría el viaje y en qué parada habría de apearse. Sabía, además, que el colectivo paraba en la vereda de enfrente y podía verlo detenido en la bocacalle anterior, por lo que sólo tenía que cruzar la avenida. Lo que Zozaya no sabía era que tendría que haber mirado a ambos lados antes de cruzar. Tal vez así hubiera podido evitar el camión que venía en dirección contraria.