Santificarás con trabajo tu Jueves Santo
Es feriado, pero estoy en la fábrica. Ya sé, hay cosas peores: Fioro, por ejemplo, se come todos los feriados trabajando. Pero no me importa. Mal de Fioro, consuelo de nadie. Acá, en Chemisa, la cosa es, además de vil, ridícula, teniendo en cuenta que en la industria metalúrgica se respeta los feriados. Si nadie va a hacer ningún pedido ni consultarnos nada, ¿para qué estamos acá? Sin ellos allí, nosotros aquí, ¿para qué? Renuncio el martes 10, por lo que no es tan grave si pienso que, Santo o no, éste es mi último jueves acá. Pero igual me molesta. Fermenté en esta fábrica durante cuatro jodidos años y no es justo que me alejen –ni un sólo día– de mi libertad.