Cuando miró por la ventana, Alfonso recordó que había sido tapiada tres años atrás: los tablones cruzados, desprolijos, se lo hicieron notar. Halló entonces una explicación para la oscuridad permanente de la habitación, oscuridad que él había atribuido a la noche polar. Por supuesto, nadie en todo Buenos Aires se creería cerca de los polos, pero Alfonso no sabía a ciencia cierta hasta dónde se extendía el cielo nocturno de la Antártida, por lo que se permitía creer en esa hipótesis y en cualquier otra que se le ocurriera.
Diría que me pasó lo mismo, excepto por que no tengo ninguna hipótesis y todo acaba en la ventana tapiada.
Diría que me pasó lo mismo, excepto por que no tengo ninguna hipótesis y todo acaba en la ventana tapiada.
4 comentarios:
Me gustó mucho.
Bueno, caminemos. Sory si no doy bola pero me pierdo en la lluvia, me pierde la lluvia, eso.
je... caí en el perfil, yo también soy monkey en el horóscopo chino, pensé que los taurus no daban bola a la astrología.
cualquiera mi delire
bueno, apenas una devolución de gentilezas... siga escribiendo! hasta donde los dedos le lleven...
Cassandra, estimo: Gracias. Por todo.
Jaaaaa ¡muy bueno! yo pensaba "Que profundo este muchacho" y se me fue todo a la mierda con el final :)
A mi me pasa a veces cuando digo "Me siento una gran actriz, solo que sin talento"
Besotes, varios
Hermoso, como siempre.
Qué malacostumbrados que nos tiene, Juan.
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