28.2.07

Desde adentro

Hay mañanas en las que el techo de esta oficina se parece asombrosamente a la tapa de mi ataúd desde adentro.

26.2.07

(J)

Frases porque sí, frases vanas. Palabras casquivanas. Letras insomnes para sintaxis informes. Deformes. Deambulan por los renglones, se cuelgan y se descuelgan, saltan y escupen para arriba. Tiran manteca al margen superior. Se desentienden y, así, la A pasa a ser una V, la U una R, la C una Y. La O, muy formal, apenas acepta verse así: Ö. Y ni hablar de la J, que refunfuña, se resguarda entre dos paréntesis y trata de pasar inadvertida.

En ese preciso momento el escritor descubre el desastre y, sin saber cómo dar orden al caótico texto, empieza suprimiendo con un certero tachón el error más evidente: una jota, solitaria entre paréntesis.

17.2.07

Cannonball

En este mismo instante una melodía se desliza, baja por mi cuello, acaricia mi espalda, muerde el lóbulo de mi oreja derecha. "I Waited for You", el primer tema del Ballads & Blues de Miles Davis. Grabado en abril de 1953, con Gil Coggins en el piano, Percy Heath en el contrabajo y el fabuloso Art Blakey en la batería, secundando a Miles. Acompañándolo. Con escobillas y apenas unos acordes sueltos aquí y allá, algunas teclas libres que hacen lo que se les antoja y el ronco gruñido del contrabajo. Luego se suman (o se intercambian) Oscar Pettiford, un Horace Silver siempre sorprendente, junto a Hank Jones, y el gran Julian "Cannonball" Adderley. "Cannonball", dios mío. Si algún azar misterioso –en una realidad alternativa– me convierte en un saxofonista voluminoso, así quiero ser llamado: Cannonball.